Juan Carlos Cañabate tiene 62 años, nació en Carcaixent (Valencia), vino con 8 años a Elda. Se licenció en Geografía e Historia. A pesar de que siempre he estado vinculado a proyectos culturales, al tiempo que llevaba la contabilidad de un taller de coches, solo lleva en la educación desde 2014.
Buenos días, Juan Carlos. Gracias por permitirte entrevistarte. Este centro es una referencia para mí. Aquí estudio mi primo. Quiero aprender de muchas de las cosas que hacéis aquí.
“¿Ya tienes un diseño en mente? Si prefieres un estilo tipo postal minimalista o un diseño más editorial, encontrarás una opción increíble para cada elección y necesidad”.
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en el colegio? Aquí 8 años. Cuando se construyó el edificio de Secundaria.
¿Cómo fue gestionar el colegio durante la pandemia? Muy bien para Secundaria, porque lo gestionamos a través del programa Teams, que permite hacer videoconferencias.
¿Cómo ha evolucionado la educación y cómo ha influido en el colegio el tema
de la multiculturalidad étnica? No hay tanta como en otros centros, aunque convivimos europeos, asiáticos, africanos y sudamericanos.
¿Cómo te apañas con los chicos y chicas del cole? Por lo general, bien. Te vas haciendo consciente de que es vital aplicar en la relación con ellos el significado de la palabra empatía. Tenemos que ponernos en el lugar de ellos y ellas, porque ellos y ellas fuimos nosotros y nosotras en su momento. Conocer las dificultades por las que se puede transitar.
¿Hay que tener mucha mano izquierda? Sí, claro. Yo hay muchas situaciones que aguantas situaciones que fuera del aula no haces.
¿Qué es lo que más echarías de menos si dejaras de trabajar mañana? El día a día. Porque llevo menos tiempo en este sector no me planteo la jubilación ni aportar por otro trabajo.
¿Qué proyectos llevarías a cabo para mejorar el centro? Lo ideal sería que tuviéramos un proyecto conjunto en el que estuviéramos más implicados.
¿Qué actividades extraescolares no has aplicado y te gustaría aplicar? Hemos hecho un invento que era los talleres extra-sabios, que duraba una hora sobre cine, teatro, ajedrez, trabajos manuales... Y no terminó de cuajar y me gustaría retomarlo.
Vaya... Sí que es verdad que en Primaria se retomó un proyecto de tener una banda de música de treinta y tantos componentes.
¿Y qué tocan? Por ejemplo, la sintonía de la Familia Adams.
¿Qué cualidades tiene que tener una profesora y profesor? Más que experiencia, tener ganas.
¿Qué pensaste cuando te cogieron de director? Me presenté. Había estado de coordinar y jefe de estudios de Secundaria, y eso me acercó al puesto.
¿Los Claustros son fáciles o difíciles? De todo hay. Jajaja. Bah, son fáciles. Son el día a día, y la complicación que conlleva la gestión personal y educativa de un colectivo. Muchas veces hay problemáticas.
¿Cuál es tu estilo de gestión del aula? Yo hago la clase tradicional. Meto unos rollos impresionantes. Sí que intento que la gente participe. Entonces, les pregunto y cuento con el recurso del humor para generar distensión.
Jaja. ¿Cómo? Haciendo juegos de palabras. No me gusta que se esté en tensión. Lo que digo, hay que venir a trabajar y a pasarlo bien.
¿Cómo manejarías la disciplina en las clases? Hay momento que tienes que ponerte serio. Si has de poner un correctivo, no queda otra.
¿Cómo salir de clase? Para que se aireen.
¿Cuáles son los mayores retos de la educación? Ahora mismo está cambiando el sistema de enseñanza. Hemos pasado de la enseñanza memorística al buscarse la vida. El profesorado nos estamos adaptando a este cambio de paradigma.
¿Y el reto del Colegio que te gustaría realizar? Vamos haciendo pequeñas mejoras. Por ejemplo, en 2021 pusimos columpios en el patio de infantil basado en un estudio de psicomotricidad. Tratamos de adaptarnos a los nuevos tiempos.
Por ejemplo, cómo ves la relación entre educar y jugar. Ahora está de moda la gamificación. Yo lo veo como una herramienta más.
¿Qué tal es la relación con los padres? Muy buena, salvo casos contados. Es un centro que tiene 152 alumnos y alumnas, y tenemos un 80% de participación en las reuniones.
¿Trabajáis por proyectos o sois más de clases magistrales? Hacemos de todo. El proyecto general que nos gustaría llevar a cabo es complicado por la metodología de cada profesional, pero convivimos, no hay conflicto.
Tras esta trayectoria has vivido muchas anécdotas. ¿Alguna que contarnos? Una curiosidad, sí. Recuerdo que en mi primera promoción tenía a un alumno que se iba apuntando mis comentarios de juegos de palabras... Cuando acabaron, me regalaron un libro con tapa dura con todo esos momentos con su fecha. Fue espectacular.
¿Y algún momento difícil? Aunque es verdad que está el proyecto TEI, tutorías entre iguales, hay veces que te enfadas. Desde el papel de director, más complicado si cabe.
¿Qué harías si tuvieras un estudiante que se niega a seguir la clase? Me pasó la semana pasada, un alumno que estaba en la última fila, estaba pasando de la clase, le dije que se pusiera en la primera fila, no quise, le puse un parte y lo mandé a su casa a reflexionar.
¿Qué legado te gustaría dejar en el colegio? Bueno, nah, pues que permanecieran iniciativas que promoví por le bien común.